Bloqueos
Alejandro Amigo,
Psicólogo Colegiado
Especialista en Psicología del Alto Rendimiento
Master en Coaching e Inteligencia Emocional Infantil y Juvenil.
Curso Especialista Universitario en Psicología Positiva.
Curso Especialista Universitario en Estrategias Comunicativas.
Trabajando como Psicólogo he asumido que el bloqueo mental es una resistencia provocada por la negación de algún pensamiento o emoción. Por tanto, es una especie de mecanismo de defensa que se pone en marcha automáticamente cuando nuestra mente quiere mantener alejadas aquellas ideas o sentimientos que pueden perturbarnos.
El bloqueo mental se puede manifestar de diferentes maneras, pero lo más usual es la sensación de no poder pensar con claridad. En esos momentos nuestra capacidad para organizar los pensamientos merma considerablemente y no logramos solucionar problemas que en otras circunstancias habrían sido pan comido. A menudo también se experimenta una sensación muy incómoda de inmovilismo, ya que por mucho que nos esforcemos, sentimos que no logramos avanzar.
Esta sensación puede ser puntual y aparecer en periodos de gran estrés o cuando estamos muy cansados, pero también puede perdurar a lo largo del tiempo, como cuando hemos sufrido un trauma. En estos casos, el bloqueo mental suele venir acompañado con un bloqueo emocional y se convierte en un obstáculo que nos impide avanzar, generando emociones negativas como el miedo, la tristeza, el enfado o incluso la culpa.
El problema es que cuanto más bloqueados estamos, menor será nuestra capacidad para sentir y pensar con libertad, por lo que si no salimos rápido de esta situación, corremos el riesgo de caer en un círculo vicioso muy dañino. No solo en la capital sino también trabajando como Psicólogo especialista en Bloqueos en Oviedo, Asturias he ido aprendiendo a:
¿Cómo reconocerlo?
La forma de presentación de un bloqueo mental varía mucho de una persona a otra y depende fundamentalmente de la causa que generó el problema. No obstante, algunos de los síntomas más comunes son:
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Plano psicológico: pérdida de energía, agotamiento, tensión interna, insatisfacción, sufrimiento, pérdida de sentido e imposibilidad de llevar adelante los planes
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Plano físico: dolor de cabeza, náuseas, problemas en la piel, trastornos gastrointestinales y/o una vida sexual insatisfactoria
Cuando el bloqueo mental o el bloqueo emocional es un síntoma de ansiedad suele hacer su aparición en las situaciones más inoportunas, como por ejemplo: cuando debes presentarte a un examen y te quedas completamente en blanco, o cuando acudes a una reunión de trabajo pero no logras concentrarte en lo que estás haciendo.
En algunas ocasiones el bloqueo mental aparece como un síntoma de las fobia social. En estos casos la persona no logra hablar en público o interactuar con los demás porque está completamente paralizada, lo cual genera una gran angustia.
Causas :
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Trastornos psicológicos: algunas patologías, como la ansiedad, el trastorno de pánico, la depresión, las fobias y el trastorno por estrés postraumático pueden provocar un bloqueo mental más o menos intenso ya que en estas condiciones las emociones toman el mando y nos impiden pensar con claridad.
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Falta de conexión con las emociones: las emociones son una vía para expresar lo que sentimos y pensamos, de esta forma también exorcizamos nuestros demonios interiores. Sin embargo, cuando tenemos la costumbre de reprimir las emociones, estas terminan enquistándose y en periodos de gran estrés, vuelven a salir y pueden provocar un bloqueo mental.
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Traumas no resueltos: todo lo que nos ocurre se queda grabado en nuestra memoria, aunque no siempre seamos capaces de acceder a esa información. Algunas veces, cuando las situaciones han sido particularmente dolorosas desde el punto de vista emocional y no las hemos asumido, el más mínimo detalle puede reactivar el trauma y conducirnos a un bloqueo mental.
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Creencias erróneas adquiridas en la infancia: en la base de los bloqueos a menudo se encuentran experiencias infantiles de desvalorización, desprecio y humillación. De hecho, los mensajes que recibimos de nuestros padres o tutores cuando éramos niños pueden haberse quedado en nuestro inconsciente. Frases tan destructivas como “eres tonto”, “no sirves” o “nunca llegarás a nada” impiden que más tarde, de adultos, consigamos lo que queremos y merecemos.
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Sentimiento de culpa: la culpabilidad es una de las sensaciones más dañinas que existe ya que nos mantiene atados al pasado, a un error que cometimos pero que no logramos superar. Por eso, en muchas ocasiones los bloqueos se originan a raíz de una equivocación que no hemos podido perdonarnos y que continúa determinando nuestro comportamiento a través de creencias del tipo: “no soy lo suficientemente bueno” o “no merezco que me pasen cosas buenas”.
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Idealización del yo: cuando la persona tiene una imagen demasiado idealizada de sí mismo o cuando tiene una fuerte tendencia al perfeccionismo, puede sufrir bloqueos mentales o emocionales si sospecha que sus decisiones no estarán a la altura o que no le conducirán a un resultado satisfactorio. Detrás de este problema se esconde un profundo miedo al fracaso que puede llegar a ser muy inmovilizante.
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Situaciones muy tensionantes: en ocasiones sufrimos un bloqueo puntual, que no se debe a nuestras creencias o a traumas irresueltos sino al hecho de que la situación en la que estamos inmersos genera tanta tensión que no somos capaces de soportarla, casi siempre porque pensamos que no vamos a estar a la altura de las expectativas. En estos momentos podemos quedarnos en blanco, ya que nos sentimos desbordados y nuestro cerebro reacciona a esa sobretensión “desconectándose”.
Consecuencias:
El bloqueo emocional o mental puede llegar a ser una situación muy angustiante, ya que la persona siente que no puede avanzar. Si esta situación se mantiene durante mucho tiempo, puede generar depresión, desesperanza e incluso la pérdida de sentido de la vida ya que cuando no vemos la salida, nos resulta difícil mantener una actitud positiva y no derrumbarnos.
Cuando no se busca ayuda y el bloqueo emocional o mental se mantiene durante mucho tiempo, puede llegar a provocar daños en la autoestima, ya que normalmente esta situación afecta considerablemente el desempeño intelectual. Como a la persona le resulta difícil concentrarse, puede tener problemas en la escuela o en el trabajo; de hecho, en los casos más extremos incluso pueden aparecer dificultades para leer o mantener el hilo de un discurso.
En cierto punto del camino, muchas personas comienzan a preguntarse por qué les está sucediendo eso y asumen un papel de víctima que no hace sino potenciar la sensación de pérdida de control y sumirles en una espiral de negatividad.
A la larga, el bloqueo mental también puede generar problemas en el aprendizaje, pues a la persona le resulta complicado retener información nueva. Por supuesto, cuando se trata de alguien que debe desarrollar un trabajo creativo, el bloqueo mental puede llegar a ser abrumador, ya que limita la fluidez de las ideas y merma considerablemente la creatividad.
Tratamiento:
Los bloqueos emocionales nos impiden crecer, ya que nos mantienen sometidos al miedo o a creencias limitantes que no tienen razón de ser. Por tanto, para eliminar un bloqueo mental hace falta que nos enfrentemos a su carga emocional y descubramos cuál es su origen.
Te ayudaré a comprender de dónde proviene esa sensación y trabajaremos para eliminarla. En caso de que se trate de un síntoma de otra patología, la terapia irá dirigida a solucionar el trastorno que le da origen y, en un segundo momento, te proporcionaremos las herramientas que necesitas para manejar los bloqueos puntuales y poder:
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Superar el bloqueo mental o emocional y comprender la causa que lo originó
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Fortalecer tu autoestima y aumentar tu seguridad
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Aprender a expresar las emociones de manera más asertiva
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Aprender a escuchar los mensajes de tu cuerpo
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Más claridad mental
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