Los médicos y psicólogos han llamado a este problema con el nombre de enuresis nocturna, aunque todos lo conocemos popularmente como “mojar la cama”. Ocurre cuando los pequeños no controlan sus micciones y orinan mientras duermen. También se pueden dar casos de enuresis diurna. Es necesario prestar mucha atención como padres. Niños que mojan la cama: a qué se debe, cómo solucionarlo. Entérate de más en este artículo.
¿Qué es la enuresis?
Se trata de una micción sin control de los niños de más de 4 años de edad que, si bien suele afectar las horas de sueño, también se produce durante el día. En esta oportunidad hablaremos de los niños que mojan la cama, un trastorno frecuente y que tiene solución.
El control de la micción o de esfínteres es un proceso natural que se va desarrollando a medida que las personas crecen, evolucionan, aprenden, etc. Este mecanismo madura entre los 15 y los 18 meses de edad, según varios factores como, por ejemplo, que los padres enseñen a los niños a ir al baño solos, ir quitando el pañal de a poco, etc.
Después de ese momento, el niño ya sabe “hacer pipí” solo (o, al menos, está en la fase de aprendizaje). Existen diversas técnicas usadas por los padres para que el pequeño deje los pañales, como ponerles ropa interior y que aprendan lo que es estar mojado. El pediatra, los libros y las abuelas (siempre son especialistas) pueden ayudar al respecto.
Si la enseñanza y el proceso de maduración del hijo son exitosas, entonces, pasará a “ser grande” e ir al baño como los adultos, comunicando cuando tiene deseos de orinar. Se indica que, sobre los cuatro o cinco años, el niño ya está en condiciones para controlar esa necesidad fisiológica, comprenderla y no precisar asistencia para evacuar.
Hasta allí todo muy bien. El problema surge cuando el niño no aprende tras muchos intentos. Sobre todo mientras está durmiendo, “no se da cuenta” de que tiene deseos de orinar y hace una regresión a cuando era bebé y cree que aún tiene el pañal que lo protegerá. Sin embargo, el resultado son las sábanas y mantas mojadas, el llanto, las pesadillas y la preocupación de los padres.
La enuresis nocturna aparece a los cinco años aproximadamente, puede ser intermitente o continua y, en algunos casos graves, se extiende a la adolescencia. Hay muchas maneras diferentes de tratar una afección de estas características, desde psicológicas a médicas. El problema se puede resolver una vez que se sepan las razones y lo principal y más importante en estos casos es que los padres no pierdan la calma, no se enojen, no castiguen al niño ni le griten.
Recuerda que el hecho de mojar la cama puede ocasionar en el peque muchadepresión, vergüenza, timidez, baja autoestima, etc. y, si los padres lo reprenden, la situación no mejorará, sino lo contrario. Con paciencia, comprendiendo las circunstancias y ayudándolo a sobrellevar este momento, sin dudas el resultado será positivo.
Las probables causas de la enuresis nocturna son:
Vejiga pequeña (si el niño va mucho al baño durante el día nos podemos dar cuenta de ello).
Enseñanza inadecuada para usar el baño.
Estrés, nervios, ansiedad, cambios en el hogar, separación de los padres, problemas en la escuela, peleas con los hermanos.
Iniciar muy temprano, o muy tarde, el aprendizaje de control de micción y esfínteres.
Cuestiones que debemos considerar si nuestro hijo moja la cama
Es necesario darle tiempo
Si el niño tiene 5 años y se orina durante la noche, no corras al médico si solamente pasó una vez. Si ocurre en reiteradas ocasiones o todas las noches, entonces, sí requiere de un tratamiento. De lo contrario, hasta los 8 años, todavía esto es normal.
No lo culpen, no se enfaden, no se burlen de él
El castigo no es algo que pueda surtir el efecto esperado por los padres, ya que el pequeño no controla la situación. No es su responsabilidad. Esto puede traer como consecuencia más tensión, preocupación, nervios, sensación de desobedecer a los mayores o de fracasar como hijo.
No le vuelvas a poner los pañales
Por diversas razones: primero, porque la idea es que el niño crezca y madure, y no que involucione. Segundo, porque de esa forma se acostumbrará a orinar durante la noche sin importar mojar la cama, y tercero, porque no se sentirá muy cómodo, le dará vergüenza, se deprimirá, etc.
No cometas el error de negarle beber agua
Evitar que consuma agua no estará ayudándolo en absoluto, sino que será una especie de parche que no mejorará la situación general. El objetivo no es que el niño tenga menos ganas de orinar, sino que sepa controlar la micción mientras duerme.
No lo despiertes durante la madrugada
De esta manera, irá al baño “por si tiene ganas”, pero esto hará que el niño (y tú también) interrumpa el sueño y eso no es bueno para nadie. Mejor que él solo se dé cuenta del mensaje sobre orinar y se despierte, aun cuando esté en la etapa más profunda del sueño.
Por último, y a modo de reflexión, es bueno tener en cuenta las emociones del niño. Ya está en una edad que puede contar lo que le ocurre sin problemas. Enséñale a confiar en ti y a expresar lo que siente, por qué considera que moja la cama, etc. Hazlo partícipe del tratamiento o las técnicas para que deje de orinarse encima y, entre todos, ayúdenlo a salir de esta situación.
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