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LOS TERRORES NOCTUROS

Alejandro Amigo (Psicólogo Infantil)

Psicologo Infantil Oviedo. ALEA

A veces los niños tienen pesadillas y son consolados por sus padres de modo que el suceso termina siendo irrelevante. Sin embargo, cuando un menor experimenta lo que suele llamarse un terror nocturno no hay manera de confortarlo, incluso si nos esmeramos intentándolo.

El Terror nocturno es una alteración del sueño que parece una pesadilla pero cargada de imágenes y sensaciones de miedo mucho más dramáticas.

La reacción infantil es extrema, tanto que muchos padres llegan a creer que s

u hijo tiene alguna dificultad médica, aunque no es así en lo absoluto.

Características del terror nocturno

A diferencia de las pesadillas normales, que se producen en el sueño REM durante la última parte de la noche, el terror nocturno ocurre durante el sueño profundo no REM, en las primeras horas del dormir. No se le considera exactamente un sueño, sino una reacción súbita de terror que sucede en la transición de una fase del sueño a otra.

Cuando se da el terror nocturno, el niño se sienta de pronto en la cama y grita angustiosamente. Sus signos vitales se afectan, puede comenzar a sudar, a agitarse, y actúa enojado y asustado. Después de unos minutos el pequeño se calma y vuelve a dormirse.

Contrario a las pesadillas, que son recordadas por los niños, estos no guardan memoria del terror nocturno. Estaban durmiendo profundamente y no hay imágenes que recordar.

Causas del terror nocturno

El terror nocturno es provocado por una sobrexcitación del sistema nervioso central mientras el niño duerme. Este sistema es aún inmaduro, de modo que no regula del todo bien el sueño ni la vigilia del cerebro.

Se cree que hay un componente hereditario, pues la mayoría de los niños que lo padecen tienen familias sonámbulas o con este tipo de experiencias en la infancia. También se ha detectado en menores que:

Están enfermos, cansados o estresados.

Están tomando medicamentos.

Se encuentran durmiendo en ambientes nuevos o lejos de su casa.

Incidencia del fenómeno

Este evento es muy raro de encontrar, ocurre en un 3-6 % de los niños, aunque la mayor parte de los menores tendrá ocasionalmente una experiencia de este tipo. El promedio de edad en que sucede es de 4 a 12, aunque se han reportado casos de hasta 18 años. Es mucho más común en varones que en niñas.

Cómo tratar con el problema

No hay un remedio general para este tipo de situación. Sin embargo, se pueden seguir algunos consejos para prevenirla:

  • Reduce el estrés en tus hijos.

  • Establece y sigue hábitos de sueño sencillos y relajantes.

  • Asegúrate de que tus pequeños descansen lo suficiente.

  • Evita que tus hijos se fatiguen demasiado acostándolos a dormir temprano.

Comprender lo que es un terror nocturno puede ayudarte a estar más tranquilo frente a este tipo de eventos. Pero si ves que en algún hijo tuyo ocurre con mucha frecuencia, no dejes de consultar a tu médico para que te recomiende un buen especialista.


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