1. Introducción:
Con el paso del tiempo hemos llegado a concienciarnos de las situaciones de discriminación y desigualdad que suceden con demasiada asiduidad en los diferentes ámbitos deportivos practicados por la mujer, en los que por norma general se aplican concepciones estereotipadas asociadas al género masculino y alejadas de los cambios sociales que ha la lucha de la mujer a conseguido. El deporte practicado por los hombres es el que tiene todo el protagonismo y exclusividad informativa en los medios de comunicación, reservándose páginas en los periódicos y minutos en los telediarios muy por encima de las escasas menciones que se dedican para reconocer e informar de los logros alcanzados por las mujeres en el deporte, incluso a pesar de conseguir éstas, éxitos de mayor envergadura deportiva. Así mismo, los índices de participación de la mujer en el deporte y de ocupación en puestos de responsabilidad de organizaciones deportivas, son aún muy inferiores en comparación a otros países europeos, produciéndose una nueva situación de desigualdad en comparación con los hombres. A pesar de los gustos tradicionales a la hora de elegir la práctica de un deporte, estas tendencias no deben encasillar a hombres y mujeres en una modalidad deportiva en concreto, y se debe facilitar una elección libre que no estereotipe el deporte por cuanto tiene de universal sin ningún tipo de barreras ni condicionantes. La situación de la mujer en el deporte es similar a la que se ha producido en otros ámbitos como el cultural, el laboral, el económico, el político, etc. La incorporación de la mujer en la práctica deportiva pasa por situaciones de discriminación y desigualdad debido a barreras biológicas, educativas, deportivas y socio-culturales que se llevan arrastrando desde los comienzos del deporte. 2. ¿a quién se dirige? La guía se dirige a un público objetivo tanto practicante de deporte como no practicante, ya sea en el ámbito escolar, federado o profesional. Abarca pues a una gran masa de personas que componen el sistema deportivo y: - Ven o escuchan deporte como aficionados (Deportistas pasivos) - Practican deporte (Deportistas activos) - Trabajan por el deporte - (Profesionales) Especialmente está dirigida a profesionales del deporte, en quienes intentamos facilitar una intervención de forma consciente y sistemática en su trabajo diario por la igualdad de derechos, trato y oportunidades de la mujer como sujeto activo dentro del sistema, deseando que la guía sea una herramienta útil y sencilla de aplicar. Por tanto la guía se orienta en este sentido a: Ø Personal técnico deportivo Ø Profesorado de educación física Ø Personal de gestión y organización del deporte Ø Personal de arbitraje Ø Personas con responsabilidad política y directiva en el deporte Ø Profesionales de la comunicación Ø Profesionales de empresas patrocinadoras Todos ellos con diferentes grados de responsabilidad e incidencia en el deporte que afecten a programas, servicios, instalaciones, competiciones y noticias deportivas, para que propicien una práctica y contexto sin barreras en razón al género. Esta guía es muy importante también entre las familias, para que conciban el deporte desde las etapas iniciales de práctica en los hijos, como un medio para la coeducación en valores, entre los que destaca la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres en el contexto del deporte. 3. ¿Cómo utilizar la guía? Se recomienda utilizar la guía pasando por las siguientes fases en función de quién la consulte y el contexto laboral donde desarrolle su labor. Dichas fases pasan por: . CONOCERLA Realizando una lectura compresiva y crítica, pensando en lo que dice y en qué posición nos encontramos respecto a las diferentes situaciones e ideas planteadas. . ANALIZARLA Reflexionando sobre los objetivos de nuestra organización y los contenidos, repasando aspectos y situaciones cotidianas. . COMPARTIRLA Compartiendo con compañeros y con otras personas, situaciones o ideas sobre el sentido de las buenas prácticas recomendadas . CUESTIONARLA Y ACLARAR DUDAS Preguntando a otras personas si algún tema no le queda claro o no lo entiende bien . DISTRIBUIRLA Dejarla, prestarla. Se puede fotocopiar una parte o todo para que otras personas puedan utilizarla. 4. Objetivos de la guía . Concienciar y sensibilizar a los destinatarios sobre la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo; evitando situaciones de desigualdad y trabajando por medidas de acción positiva para la incorporación real y efectiva de la mujer en todos los estamentos y roles en los que participe. . Formar a agentes, entidades y profesionales del deporte implicados en la coeducación de la igualdad de género en el deporte, para que la implanten en su trabajo diario. . Servir de apoyo y referencia para ·entrenar la igualdad en el ámbito deportivo con la idea de que la igualdad depende de la actitud y compromiso permanente de cualquier persona a lo largo de la vida, que se traduzca en hechos concretos de discriminación positiva de la mujer. . Comunicar la declaración de intenciones y compromisos sobre igualdad de género en el deporte de a los agentes deportivos en la difusión y uso de la guía para la mejora de los servicios deportivos ofertados. 5. Estereotipos de Género en el Deporte Durante siglos se han puesto de manifiesto una serie de mitos, creencias, sobre la mujer y el deporte, que han propiciado no solo una desigualdad con el hombre, sino una gran discriminación de la mujer en este ámbito. Según Eitzen y Sage hay tres mitos fundamentales que propician que las mujeres no accedieran, o limitan mucho su acceso, a la práctica deportiva: 1. La actividad física y deportiva masculiniza a las mujeres. 2. La práctica deportiva es peligrosa. 3. Las mujeres no tienen interés por la práctica deportiva y, en caso de practicar, no lo hacen de forma que puedan ser tomadas en serio. ¿En qué medida podía estar basado el mito que dice que el deporte masculiniza a las mujeres? Es evidente que esa concepción únicamente podía basarse en el desarrollo muscular y formas de actuar, ya que cuando una mujer realiza actividades físicas y deportivas, al igual que un hombre, desarrolla su capacidad muscular y unas pautas de conducta que son identificadas como masculinas, porque se asemejan a las que realiza el varón; es evidente que una mujer que realizase un deporte donde haya contacto físico (baloncesto), debería desarrollar una cierta agresividad y formas de actuar entre el contacto, distintas a las que se manifiestan en una mujer que realice gimnasia rítmica. Por tanto, este mito se ha apoyado en el pensamiento social de relacionar la fuerza con la masculinidad y la feminidad con la delicadeza. También en esa misma línea, Michel Bonet dice que ese problema de "La masculinización sea debido mayoritariamente a que los entrenadores, que son hombres la mayoría, no hayan adaptado las técnicas a las posibilidades de las mujeres" (Benilde Vázquez, 1986). Se ha comprobado que el deporte actividad física en la mujer, al igual que en el hombre, favorece su desarrollo físico y psíquico, siempre y cuando sea adaptado a la persona que lo practica y bajo buenas condiciones del entorno. Al afirmar que las mujeres no están interesadas en la práctica deportiva, se ha olvidado de que el deporte en la mujer evoluciona con la sociedad y que esta ha relegado a una situación de inactividad, con lo que ha existido cierto recelo por parte de la propia mujer a adentrarse en ese mundo tan desconocido para ella. Estos tres puntos anteriormente citados, han ido perdiendo vigor a medida que han pasado los años y las mujeres han ido adentrándose en la práctica deportiva, pero ni mucho menos han desaparecido completamente. Situación Actual Actualmente es usual ver a las mujeres en centros deportivos, piscinas, gimnasio, entre otros lugares; por lo que es evidente que la sociedad está aceptando cada vez más a esa mujer deportista, y que ella es capaz de vivir su cuerpo de otra manera. Con este auge que experimentó el deporte en la mujer, fueron cayendo una serie de estereotipos y mitos, tales como el que la mujer no podía soportar correr largas distancias, ya que una vez investigado científicamente, se demostró que la mujer se adapta mejor que el hombre a las actividades de resistencia, y otros, como el que decía que el deporte masculinizaba, y hay participación masiva de mujeres en diferentes actividades deportivas y no se experimentaban dicha masculinización. Para contestar a la pregunta ¿Es que han desaparecido los viejos estereotipos y mitos? Se realizó una encuesta realizada por Benilde Vázquez en 1990, que dio como resultado los siguientes aspectos: Todos los segmentos sociales están en desacuerdo con afirmaciones como: · El deporte es cosa de hombres · Las mujeres de España practican deporte suficientemente. · La práctica deportiva de las mujeres perjudica la maternidad. · La mujer no está naturalmente dotada para el deporte. · La mujer no tiene interés por el deporte · La mujer debe hacer deporte recreativo pero no competitivo. Dentro del desacuerdo que provoca la frase "La práctica deportiva intensa masculiniza a la mujer", resulta controvertida para los entrevistados: · De 50 a 64 años. · Los de estatus ocupacional bajo. · Amas de casa · Parados y jubilados · Nivel educativo bajo · Estatus socioeconómico familiar bajo o medio bajo. Controversia también sufre la afirmación "a la mujer le va mejor la gimnasia que el deporte", pero hay una mayor tendencia al acuerdo por parte de los mayores de 50 años, nivel educativo y estatus socioeconómico familiar bajo. Con la cuestión "con un entrenamiento, temprano y dedicación, las mujeres alcanzan los mismos niveles deportivos que los hombres", casi todos los segmentos sociales están de acuerdo, salvo los varones de ocupación alta que denotan cierta controversia. De esto se puede deducir que en general hay una actitud favorable hacia la práctica deportiva femenina, además de percibirse cierta democratización del deporte y actividad física, ya que es algo que todos pueden y deben hacer. Ciertos mitos y estereotipos han desaparecido, pero hay uno en especial que se sigue manteniendo: "La mujer debe realizar preferentemente deportes femeninos". Se rechazaban como deportes no apropiados para las mujeres aquellos en que haya contacto físico, haya que aplicar demasiada fuerza, entre otros. Según Manuel García Ferrando, tal es así, que analizando el número de licencias federativas en cada deporte, nos encontramos con la gimnasia, con el mayor número, seguido de Voleibol, atletismo, baloncesto, balonmano, esgrima, entre otros. Hay algunos que no tienen ninguna licencia como es el caso del billar, boxeo, caza, entre otros. Con todo ello, es innegable que todas las viejas creencias que envolvían al deporte femenino han ido perdiendo fuerza, y que a pesar de que la sociedad admite la idea de la mujer deportista, siguen surgiendo nuevos estereotipos que condicionan, o al menos están presentes en la práctica de la actividad física y deporte de la mujer. 6. Las buenas prácticas de igualdad en el deporte 6.1 En madres y padres ü No utilizar estereotipos de género en el deporte que discriminen a las mujeres, respetando la libre elección de práctica deportiva de los hijos ü Apoyar, motivar y animar a los hijos en la práctica deportiva, facilitando el disfrute del deporte como medio socializador y de ocio. ü Implicarse como agentes educadores en la coeducación no sexista en el ámbito deportivo. ü Respetar la participación de hombres y mujeres en cualquier rol que ocupe dentro del deporte. ü Facilitar una educación y comunicación con perspectiva de género con los hijos, propiciando comentarios, frases y charlas coloquiales que respeten y valoren por igual la participación de hombres y mujeres en el deporte. 6.2 En personas con responsabilidad en el deporte ü Eliminar estereotipos de género asociados al deporte y minimizar las barreras sociales y familiares para la práctica deportiva de la mujer. ü Fomentar el concepto de deporte para toda la vida entre los padres y madres desarrollando su potencial como prescriptores de hábitos activos en los hijos. ü Distribuir equitativamente los recursos económicos entre hombres y mujeres en programas de promoción y animación deportiva. ü Organizar actividades no sexistas más vinculadas a la vida cotidiana para toda la población sin ningún tipo de discriminación en razón de la edad, sexo, discapacidad.. etc, que desarrollen el derecho del deporte a todos y todas como fenómeno universal ü Ofrecer las mismas oportunidades tanto a hombres y mujeres en la oferta de prácticas deportivas según sus intereses y desarrollo personal. ü Desarrollar nuevas concepciones y tendencias del deporte, que se adecuen y adapten a los cambios y demandas de la mujer en la sociedad actual (deportes alternativos, deportes de autorregulación, deporte-salud, gimnasias suaves, actividades rítmicas… etc) ü Utilizar la coeducación en la Educación Física y el Deporte en Edad Escolar, tanto en el ámbito educativo como en el ámbito municipal a través de los servicios deportivos ofertados, formando a profesionales del deporte en perspectiva de género. ü Promover a las mujeres a los órganos de dirección y gestión en el deporte. ü Implicar a los hombres en el proceso de concienciación y cambio, haciéndoles partícipes junto con las mujeres de las medidas y actuaciones de igualdad de género en el deporte. ü Investigar sobre el significado de la práctica deportiva en la vida de las mujeres y hombres y tenerlo en cuenta a la hora de programar actividades, diseñando instalaciones y espacios de práctica acorde a sus demandas y necesidades. ü Cuidar la moda deportiva, prestando especial atención a la elección de tallas y el diseño de ropa (equipaciones, chándal, calzado…etc) de las jóvenes y mujeres en función de sus gustos para motivar la práctica deportiva. El modelo femenino debe contar también en la misma medida al modelo masculino en cuanto a los criterios de elección de prendas de deportistas y equipos. ü Garantizar en hombres y mujeres las condiciones de igualdad en cuanto al acceso a la práctica deportiva en todos los niveles y etapas de la vida, mejorando su práctica en la vida cotidiana de la mujer como hábito de vida saludable 6.3. En personal técnico deportivo ü Reconocer y valorar económicamente los logros deportivos de las mujeres en equidad al de los hombres. ü Abordar las diferencias entre hombres y mujeres en el deporte, separándolas de las desigualdades que se producen y crean situaciones de marginalidad y exclusión de la mujer. ü Cuidar los actos protocolarios de entrega de trofeos y premios en competiciones deportivas, no discriminando ni desplazando a las categorías femeninas. ü Promover asociaciones y clubes deportivos, sobre todo en las edades jóvenes, que fomenten la base y masa social de futuros practicantes. 6.4. En personal de arbitraje ü Contribuir a la coeducación en valores y al trato igualitario en el hecho deportivo, como facilitadores de un trato equitativo y justo entre hombres y mujeres. ü Dirigirse con respeto y educación a chicos y chicas en las competiciones que arbitren, evitando actitudes de superioridad y prepotencia en las decisiones que afecten al reglamento. Se trata de utilizar el arbitraje como medio de enseñanza de aspectos reglamentarios de la modalidad deportiva en cuestión. 6.5. En profesionales de la comunicación ü Compartir un clima de concienciación social sobre la necesidad de producir un discurso publicitario que, atento a sus fines comerciales y a su legítima voluntad de impacto, no limite las posibilidades de desarrollo en igualdad de mujeres y de hombres. ü .Cuidar la comunicación en cuanto a un uso del lenguaje e imágenes no sexistas de noticias deportivas, evitando adjetivos, frases e imágenes que menosprecien a la mujer y atenten contra su dignidad y presentes una imagen equilibrada y digna de las mujeres y de los hombres, de acuerdo con la nueva realidad social, política y cultural. ü Reforzar los éxitos deportivos de las mujeres y equipos femeninos para aumentar su autoestima en la competencia motriz, haciendo a la mujer protagonista por sus logros y esfuerzo de superación. ü Hacer visible a la mujer en todos los ámbitos y roles del deporte, así como sus logros individuales o colectivos, destinando más minutos y páginas a noticias de mujeres deportistas y equipos femeninos. ü Ofrecer a la sociedad modelos deportivos de referencia que fomenten la práctica deportiva en niñas y chicas jóvenes. 6.6. En patrocinadores ü No utilizar a la mujer como reclamo comercial o de exhibición en el deporte, sino resaltar el valor y mérito por sus logros deportivos, cuidando que el lenguaje y las imágenes de campañas publicitarias sean respetuosas, no discriminatorias ni vejatorias con la mujer. ü Financiar el deporte femenino por la vía del patrocinio, valorando los fines sociales con marcada influencia sobre los lícitos fines comerciales de rentabilidad económica. ü Apoyar económicamente a mujeres deportistas profesionales que sirvan como modelos deportivos de referencia en las jóvenes y fomenten su práctica. 7. ¿Dónde implantar las buenas prácticas de igualdad? Consideramos fundamental un compromiso en la implantación de estrategias desde cualquier agente y entidad implicada, promoviendo actuaciones de igualdad en distintos contextos y situaciones que se producen en el deporte como fenómeno universal de nuestro tiempo. Dichas actuaciones deben afectar directa o indirectamente a los siguientes elementos estructurales del deporte para lograr acciones positivas hacia la mujer: . las actividades deportivas, competiciones y eventos. . las instalaciones deportivas . el material y equipamiento deportivo . la financiación y dotación de recursos. . los actos protocolarios de entrega de premios. . la publicidad y sus elementos de difusión (cartelería) . las noticias de los medios de comunicación . el patrocinio deportivo . el lenguaje no sexista . los órganos de dirección y gestión de entidades deportivas. La idea es aportar una visión y concepción con criterios de igualdad en cualquier situación que desempeñe el profesional de la actividad físico-deportiva, cuya toma de decisión desde su nivel de responsabilidad, incida de forma consciente en beneficio de las necesidades, intereses y desarrollo de las mujeres en programas y actividades deportivas. 8. Uso del Lenguaje Inclusivo La opción por un lenguaje inclusivo de género, además de tener fundamentos lingüísticos, tiene objetivos sociales como el de democratizar el lenguaje y dar visibilidad social a los géneros femenino y masculino, logrando de esta manera una sociedad más igualitaria y trasparente desde el punto de vista del género lingüístico. A través del lenguaje se establece una estrecha relación con el pensamiento, interpretando la realidad en que vivimos, reflejando lo que la sociedad es en cada momento y creando nuevas formas de expresión, según cual sea la sociedad en la que los hablantes desean vivir. El sexismo lingüístico es el uso discriminatorio del lenguaje en razón de sexo. Como afirma la lingüística Eulalia Lledó, “el lenguaje no es sexista en sí mismo, sí lo es su utilización. Si se utiliza correctamente también puede contribuir a la visibilización de la mujer” Es por ello que el lenguaje inclusivo hace referencia a toda expresión verbal o escrita que utiliza preferiblemente vocabulario neutro, o bien hace evidente el masculino y el femenino, evitando generalizaciones o actividades donde aparecen mujeres y hombres. El sistema lingüístico del español ofrece posibilidades para que no haya discriminación sexual en su uso. Existen múltiples recursos lingüísticos que no requieren un desdoblamiento continuo como la única solución al sexismo en el lenguaje, como agregar “os/as” en las palabras; por el contrario, eludir esta discriminación implica buscar términos y conceptos neutros que “incluyan” a mujeres y hombres. De esta manera se evita cualquier situación que reproduzca la idea de porque la “costumbre social” así lo tiene establecido.
9. ¿qué cambios queremos lograr?
El término ‘igualdad’ en el ámbito de la actividad físico deportiva se refiere a una…
. Igualdad de DERECHOS como personas practicantes o espectadoras de deporte.
. Igualdad de OPORTUNIDADES para llegar a los mismos éxitos deportivos.
. Igualdad de ACCESO a cualquier deporte y modalidad.
. Igualdad de TRATO y reconocimiento en cualquier contexto y rol.
. Igualdad de METAS a conseguir según las posibilidades.
. Igualdad de MODELOS de referencia con los que se identifique la mujer.
Estos tipos de igualdad deben implicar cambios de tipo social, políticos económico y laboral, situando a la mujer en el lugar y condiciones que le corresponda con criterios de equidad y respeto en comparación al hombre.
10. nuestra meta
Contribuir a la eliminación de situaciones de desigualdad y discriminación de la mujer en el deporte, mediante el fomento de cambios de actitud y adopción de compromisos a favor de la igualdad en todas aquellas personas interesadas por el deporte, para alcanzar una sociedad más igualitaria, justa y tolerante, que considere, cuente y respete a la mujer como sujeto activo dentro del sistema deportivo.
Este ideal tiende a hacer del deporte un medio de relación social, de expresión y de mejora de la calidad de vida de las personas, desvinculándolo de cualquier adjetivo en razón al sexo de quien lo practique, para convertirlo en una actividad libre y universal por el bien de la convivencia entre hombres y mujeres.
11. derechos y deberes de la mujer en el deporte
Esta declaración de principios e intenciones nos hace formular para su consolidación en la práctica, los derechos y deberes de la mujer en el deporte como sujeto activo en un entorno general de actividad físico deportiva organizada, que contribuya a mejorar la participación y rol de la mujer.
Los derechos…
. Derecho a practicar deporte
. Derecho a practicar modalidad deportiva que le guste
. Derecho a participar en un contexto y nivel acorde con su madurez y capacidad.
. Derecho a una preparación adecuada para la participación en los deportes.
. Derecho a contar con la dirección de personal técnico cualificado
. Derecho a divertirse en el deporte.
. Derecho a ser respetada y tratada con dignidad.
. Derecho a luchar por el éxito deportivo en igualdad de oportunidades.
. Derecho a contar con el apoyo de su familia y amistades.
. Derecho a compartir la dirección y la toma de decisiones del deporte en el que participa.
. Derecho a practicar deporte en un entorno seguro y saludable.
. Derecho a no ser una campeona en etapas iniciales
Los deberes…
. Deber de respetar a las compañeras de equipo, contrincantes, árbitros, entrenadores y público.
. Deber de jugar limpio y cumplir con el reglamento de juego, aceptando con deportividad las decisiones arbitrales.
. Deber de cuidar las instalaciones, el equipamiento y el material deportivo
. Deber de practicar deporte en condiciones idóneas de salud para una práctica deportiva segura.
. Deber de aceptar la derrota o la victoria, considerando el resultado final como fruto del esfuerzo personal y el de sus compañeras
. Deber de dar lo mejor de sí misma en beneficio de sus compañeras de equipo.
. Deber de seguir las recomendaciones y consejos del personal técnico, así como de participar activamente en los entrenamientos o sesiones físicas.
. Deber de animar a familiares y amistades para que practiquen deporte, convenciéndoles de sus beneficios sobre la salud.
. Deber de dirigir y gestionar con responsabilidad y profesionalidad el deporte
. Deber de seguir las fases de calentamiento, descansos durante el ejercicio y vuelta a la calma final.
. Deber de utilizar el deporte como medio de desarrollo personal y no como un fin en si mismo.
. Deber de disfrutar practicando deporte.
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